martes, 11 de octubre de 2011

Fatalidad

Un desagradable rasguido
Irrumpe en mis oídos
Continuando con leve sonido
Cortante y macabramente fino.

Mi pupila hacia el cristal se posa,
Nítido ha de observar
La caída del dorado en la costa,
A manos de la oscuridad.

El salón moribundo está
Las sombras no dejan de pasar,
De sombras invisibles a
Fantasmas que no podré olvidar.

El ave canta la hora cero,
Una piedra dentro de mi garganta
Se precipita como si nada
Previendo el final de mí sendero.

Sé que lo merezco
La razón bajo mis zapatos tengo
Y entre mis manos sujeto
Mientras deslizo mis dedos
Por el liso camino de la hoja.

Oh, preciosa mía
La sinrazón maldigo
Que me hizo herirte, vida.
El camino al infierno ha de ser mi castigo.

Retumba mi puerta
Abrir es lo que no haré.
Retumba con fuerza
Entrar quieren hacer.

Sujeto el objeto
Con el que su vida quité
Me lo pongo al cuello
Y al fin me…


Escrito por Charles Ducard.
Diciembre 2010.

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